#ElBeautyTipDeLaSemana
Tanto el aire como el frío o los cambios de temperatura producidos por el aire acondicionado o la propia calefacción, consiguen que nuestra piel sufra y se reseque. Por ello, hay que prestar una especial atención a nuestra piel y su nivel de hidratación.
Las distintas cremas hidratantes que podemos encontrar en el mercado, consiguen limpiar y humedecer las zonas resecas así como retomar esa humedad natural que habíamos perdido, pero con el paso de los años, la edad juega un papel decisivo. Es conveniente entonces que a una determinada edad, cuando la piel se reseca y no es capaz de re-hidratarse, seamos nosotros quienes ayudemos a eliminar las células muertas y las partículas de polvo acumuladas. ¿Y cómo conseguimos esto? Pues aplicando una crema hidratante sobre la zona afectada.